Cuando la ingeniera Cyndi Cortés llegó a Encora, el mánager de la unidad de QA de la división de CSA le dijo una frase que hasta hoy lleva grabada en su memoria y que se tornó en su filosofía de vida: “la calidad no es negociable”.
Para Cyndi, el éxito es la suma de pequeños esfuerzos diarios y encontrar felicidad en el proceso. Fue así como ganó habilidades en el área de Quality Assurance (QA) hasta convertirse en mánager de un importante proyecto bancario, y también como llegó a conquistar el oro en su amado deporte del triatlón.
Conversamos con esta QA Senior para conocer un poco más sobre sus perspectivas, sus aspiraciones y cómo logra balancear su trabajo como ingeniera con su carrera como atleta.
Lograste ser exitosa en dos áreas de manera paralela. ¿Cómo encontrar el balance adecuado entre un tu trabajo y un deporte tan demandante como el triatlón?
Mucho tiene que ver con la disciplina, pero que tiene que ir acompañada de pasión y de una búsqueda de felicidad en todo lo que uno hace. No es fácil que suene la alarma a las 4 a.m. para ir a entrenar, pero me levanto porque, al final, eso me genera satisfacción y felicidad.
Hay que organizar todos los tiempos: en qué momento voy a entrenar, en qué momento trabajo, el descanso después de trabajar y hasta los estudios.
Uno no vive para trabajar, pero hay que irlo complementando. Yo sé que no me puedo desgastar entrenando porque también tengo que trabajar el resto del día. Hay un esfuerzo laboral que también hay que considerar.
¿Cuáles dirías que son tus logros más significativos en los ámbitos personal y profesional?
A nivel personal, haberme quitado el miedo de volver a hacer deporte y poder volver a correr tras una lesión importante que requirió cirugía de meniscos. Cuando me dijeron que por la lesión no podría correr más, se me vino un balde de agua encima. Aunque en ese momento yo lo asumí como parte de la vida, creo que el éxito fue perder el miedo y entender que no existen limitaciones.
No diría que el éxito es ganar una carrera, porque si no gano, igual lo di todo. Una posición dice mucho, pero ser exitosa no depende de ganar; lo que tiene que quedar es esa satisfacción de haberlo dado todo.
En cuanto a lo laboral, es algo diario: es la posibilidad de satisfacer necesidades del cliente e ir un poco más allá de lo que se espera.
¿Cómo podrías enumerar las oportunidades que has tenido dentro de Encora?
A mi líder siempre le voy a agradecer, porque llegué con pocas bases de QA, pero él vio potencial en mí. Me dio la oportunidad de entrar a una empresa que me ha hecho crecer como profesional. Él siempre me ha apoyado; me da dado las armas y me ha tirado al agua.
En Encora, constantemente nos están capacitando y tenemos todas las herramientas a la mano para poder crecer como profesionales.
A los directivos de nuestra división también tengo mucho que agradecerles, porque han creído en mí como profesional y también como atleta.
¿Cuál es tu percepción del apoyo que te ha brindado la compañía para seguir creciendo como deportista?
El apoyo que me han dado a mí y a otras personas con los patrocinios es increíble. Claramente, esperan mucho de uno, pero no hay condiciones, ni el patrocinio está sujeto a que uno gane una competencia. Eso te hace disfrutar del proceso.
Apoyos como este hay muy pocos, son contados con los dedos de una mano.
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