Algunas de las experiencias que están grabadas en mi memoria de modo más intenso son las entrevistas de trabajo. De hecho, recuerdo muy bien la primera entrevista “seria” cuando tenía 16 años; también la primera entrevista “profesional” donde debía probar en pocos minutos el conocimiento adquirido durante los años de universidad y cómo no, recuerdo la primera entrevista para “proyecto” donde, de igual forma que en los casos anteriores, debía probar que era la persona correcta para ser parte del equipo. Las recuerdo intensamente porque fueron muy buenas experiencias. De hecho, es sobre la base de ese éxito que el tema de cómo afrontar una entrevista de este tipo atrajo mi interés, al punto de investigar tanto sobre la parte anímica como sobre los aspectos técnicos. Esto me ha llevado a ayudar a algunos de mis compañeros a prepararse para sus entrevistas a fin de tener mejores resultados.
Poco a poco los aspectos que necesitaban reforzarse se fueron haciendo más puntuales, de tal forma que decidí plasmarlos en un documento que quizás pueda ayudarnos a tener más éxito en nuestras entrevistas.
¿Qué esperar en una entrevista?
Avantica avala la capacidad técnica de cada uno de sus candidatos en cada entrevista, sin embargo, los escenarios son muy diversos y van de acuerdo a las necesidades del cliente y a su forma de evaluar. En la mayoría de los casos la parte central de la entrevista será el desempeño técnico y conocimientos sobre los temas de interés del cliente, pero cada vez se hace mayor énfasis en las habilidades de comunicación, manejo de la presión o frustración, hasta llegar al punto donde la entrevista toma el aspecto técnico como secundario.
También es posible que la entrevista se divida en varias sesiones de tal forma que se puedan evaluar con gran atención tanto los “soft skills”, como el conocimiento técnico y práctico del candidato. Otra posible variación que puede presentarse y que suele generar algo de tensión en el candidato, es que sean varios entrevistadores que crucen sus preguntas, ya sea cambiando el tema de las preguntas o centrándose en un aspecto en especial.
Hay que recordar que los entrevistadores pueden tener diferentes backgrounds, algunos vienen de carreras relacionadas con el desarrollo de software y otros de recursos humanos.
Conocimiento aplicable: En el primer caso podrán percibir con más facilidad si el candidato tiene experiencia en un aspecto aunque su conocimiento sobre la parte teórica no sea tan sólido, o si el candidato sabe las respuestas pero no las ha aplicado; todo esto basado en su propia experiencia como desarrolladores.
Preguntas técnicas: En el segundo caso es muy posible que el entrevistador tenga un cuestionario resuelto y espere una respuesta similar a la que tiene como base.
Comprendiendo y comunicando un segundo idioma: Un último aspecto, pero no menos importante, es la capacidad de comunicarse en idioma inglés. Lo más probable es que se pueda tener fluidez para hablar pero la mayor dificultad es poder entender aquello que se nos dice con gran variedad de acentos y pronunciaciones de personas que no tienen el inglés como idioma nativo o que aún siendo residentes de un área en la que se habla dicho idioma utilizan términos locales o expresiones coloquiales.
¿Cómo desglosar nuestra preparación para afrontar estos escenarios?
Ante tanta variedad de escenarios creo que la mejor forma de prepararse es trabajar en nuestras habilidades una por una, lo cual nos dará una gama amplia de elementos que podremos combinar según el escenario que nos corresponda.
Capacidad Técnica
En varias oportunidades entrevisté a candidatos que no podían resolver preguntas básicas; la mayoría no revisaba esos temas desde la época de la universidad y en muchas ocasiones expresaban que ellos podían hacer o resolver una cantidad de problemas a pesar de no recordar la parte teórica de lo que estaban haciendo. En otras ocasiones las respuestas eran correctas pero al preguntar por algo incluido dentro de su respuesta, como un concepto o una técnica mencionada, se notaba que habían aprendido las respuestas de cuestionarios pero no habían profundizado.
En lo personal, me gusta partir de los cuestionarios que encontramos en internet, enfocados en el aspecto que quiero resaltar o en la tecnología para la cual se me requiere. Trabajo a partir de las respuestas y desarrollo cada subtema, como por ejemplo, en preguntas sobre lenguajes de programación; si encuentro el término “opcode”, “compilación JIT” o cualquier otro, lo estudió de forma separada preparándome para cualquier pregunta derivada.
- Respaldar el aspecto teórico con práctica. En muchos casos nos daremos cuenta que una técnica o concepto que estamos estudiando ya lo hemos puesto en práctica en cantidad de ocasiones aun cuando no sabíamos cómo se llamaba. Al ayudar a algún compañero a prepararse para entrevistas y hacer preguntas sobre una técnica o concepto, me he topado con la respuesta “no lo sé”; pero al preguntar sobre casos específicos o ejemplos prácticos, ha resultado que esa técnica que supuestamente no se sabía ya la habían aplicado, solo faltaba saber el nombre. En otras palabras, debemos integrar lo que aprendemos a las experiencias pasadas y pensar si lo que estamos leyendo se ajusta a casos que ya hemos visto con anterioridad.
- Respaldar nuestra práctica con el aspecto teórico. En medio de las entrevistas suele ocurrir que nos pidan que resolvamos un ejercicio pequeño. Aunque la respuesta funcione, es posible que tengamos que explicar nuestra respuesta; por ejemplo, si nos preguntan por qué pusimos ”event.preventDefault()” dentro de una funcion JS, la peor respuesta sería “porque siempre se pone”. Es común que usemos tutoriales de distintos tipos para aprender a usar un lenguaje o tecnología, sabemos que lo que hacemos funciona y nos acostumbramos a usarlo lo cual está bien, sin embargo, en ocasiones no sabemos por qué hemos incluido una librería o por qué hay un paréntesis en tal posición. Es de suma importancia estar preparados para que al resolver un ejercicio podamos decir por qué empleamos una técnica o pusimos alguna palabra. Es decir, fundamentar nuestras respuestas.
- Profundizar en lo que sabemos bien. No es requisito dar una respuesta con el mínimo de palabras. De hecho, ya que el entrevistador quiere saber cuánto conocemos sobre las tecnologías requeridas en el proyecto, es muy posible que esté interesado en nuestras experiencias relacionadas a la pregunta. Por ejemplo, si nos pregunta sobre triggers, nosotros podemos responder lo que sabemos y contar cómo los usamos para resolver problemas en proyectos anteriores y lo útiles que fueron nuestros aportes. Si profundizamos en lo que conocemos mejor, es posible que estemos resolviendo preguntas de modo anticipado lo cual ahorrará tiempo y hablará positivamente de nuestra preparación.
- Conocer el entorno de las tecnologías que se piden en el proyecto. En varias entrevistas me han preguntado, o he preguntado acerca de los IDEs con los cuales trabajar, el propósito es saber cuál es nuestro entorno de trabajo y si es acorde con lo que se necesita. Por ejemplo, un desarrollador orientado a Java suele utilizar en primer lugar Eclipse o un IDE más completo que permita integrar herramientas robustas, un desarrollador de JS mencionara VSC o Sublime por su ligereza, si la respuesta fuera todo lo contrario quizás estemos frente a un candidato que prefiera trabajar en otro tipo de proyecto.
Idioma
Es un punto de máxima importancia para todos nosotros. Marca una gran diferencia entre el éxito y el fracaso tanto en la entrevista como en el desarrollo del proyecto. He tenido colegas que han cometido errores al desarrollar una tarea por no entender de manera clara lo que tenían que hacer. Por lo tanto, es un punto álgido en una entrevista. Aunque terminemos los cursos o tengamos certificaciones, hay aspectos en los que necesitamos prepararnos por nosotros mismos, como por ejemplo, entender acentos diferentes. Una manera práctica y útil de aprender a entender diferentes acentos es ver videos, de preferencia tutoriales de personas que tengan un acento difícil; afortunadamente los tutoriales en video son abundantes y provienen de todas partes del mundo, lo que dará variedad a los acentos que escuchemos.
- Pronunciación: Si damos énfasis a nuestra dicción será más fácil que nos entiendan aunque nuestro acento no sea el mejor.
- Vocabulario: Otro punto importante es que el vocabulario que empleamos nos puede vincular con un estrato social. Debemos ampliar nuestra lectura para abarcar áreas no técnicas. Es conocido que en países anglo parlantes se vincula la pronunciación y el vocabulario con el nivel educativo, principalmente con el universitario.
Comunicación no verbal
Hace algunas décadas en Francia, varias compañías iniciaron una serie de mejoras en sus equipos de ventas y para tal fin hicieron una serie de estudios. El resultado más interesante fue que era más probable que una persona escuchando a un vendedor por teléfono realizara una compra si el vendedor sonreía. De alguna manera sonreír hace que nuestra entonación cambie. Algo similar y más obvio ocurre cuando estamos aburridos o nerviosos, nuestra voz nos delata. Nuestra postura corporal y expresión facial son importantes aun cuando solo estemos en una entrevista por audio. Del área de la defensa personal viene el conocimiento de que nuestra mente se deja influenciar por nuestra postura; si asumimos una actitud firme y adoptamos una posición de valentía, nuestra mente se prepara para defenderse y el miedo se disipa. Si estamos nerviosos pero plantamos los pies en el piso, ponemos nuestra cabeza en alto y espalda recta; después de un momento notaremos que nuestra seguridad aumenta pues nuestro ánimo se alinea con nuestra actitud corporal.
Control de los nervios
Puede ser el talón de aquiles para todos, solo que algunos lo disimulamos mejor. En otros el efecto puede ser tan intenso, que llegue a arruinar la entrevista. Aunque en casos extremos esto puede necesitar ayuda profesional, hay tips que benefician a la mayoría. El más recomendado y que por lo general se olvida mucho es respirar. Me refiero a dejar caer los hombros, quedar en silencio por un par de segundos y respirar profundo botando el aire lentamente; aparte del beneficio de la oxigenación está el de la pausa. Enfocarse por un momento en esta tarea distrae a nuestro cerebro de las preguntas y al volver a ellas lo haremos desde otro punto de vista. Lo mismo aplica al tomar agua, esta vez con el beneficio de incrementar nuestra hidratación la cual también sufre bajo estrés.
Manejo del estrés
En la época de la universidad y delante de un examen, mi cabeza parecía ir a mil por hora, pensaba en tantas cosas que era muy difícil concentrarme; en la lucha por hacerlo, la cantidad de estrés aumentaba y el efecto era un espiral descendente, más estrés, más confusión. Hasta que aprendí a hacer un pequeño ritual que todavía uso: escojo tres hojas de papel y lentamente escribo mi nombre en cada una, me concentro en la escritura, en la posición de la hoja, en la secuencia. El resultado al aprender esta técnica fue asombroso pues al concentrarme, aunque no fuera por mucho tiempo en algo diferente a las preguntas, me permitía luego regresar a ellas de una manera más fácil; a su vez esto disminuía el estrés y el sentido de la espiral cambiaba. Al terminar los exámenes estaba seguro y relajado. Al día de hoy aplico lo mismo en una entrevista.
Sin duda cualquier ritual puede provocar el mismo efecto pues hasta los mejores cirujanos aplican esta técnica en las operaciones y si hablamos de estrés, eso sí es estresante.
Manejo de la frustración
¿Qué ocurre cuando nuestras mejores respuestas no son bien recibidas y parece que los demás no nos entienden? ¿O cuando, peor aún, la actitud de nuestro entrevistador nos frustra? Aunque los motivos pueden ser variados algo que nos ayuda a manejar esta situación es pensar que el objetivo del entrevistador posiblemente sea ver cómo nos comportamos ante este tipo de tensión. Quizás no sea el caso pero nuestra propia actitud cambiará al pensar que es parte del proceso y no algo dirigido solo a nosotros.
Cierre de la entrevista
Sí, las entrevistas tienen un cierre tal y como las ventas. En algunos casos solo faltará que nos digan que ya somos parte del proyecto. A pesar de que podamos estar cansados al término de la entrevista, debemos mostrar ENTUSIASMO; si nos permiten hacer preguntas es conveniente relacionarlas con el proyecto, quizás la tecnología, el equipo de trabajo, en todo caso siempre debemos mostrarnos interesados en ser parte del proyecto, ansiosos por iniciar a trabajar.
¿Qué debes evitar hacer en una entrevista?
Uno de los candidatos que entrevisté y que estaba muy bien preparado, hizo algo muy particular durante toda una entrevista que se realizó mediante skype y sin video, pero donde constantemente se escuchaba un sonido similar al teclado. Al final de la entrevista, le pregunté qué era este sonido pues sospechaba que hacía consultas en internet sobre lo que yo preguntaba. Sin embargo, resultó ser una especie de juguete para la tensión, un pequeño cubo con botones que me mostró conectando su cámara. Otros entrevistadores no hubieran preguntado y quizá hubieran asumido que el candidato hacía trampa, arruinando una magnífica entrevista. Algunas de nuestras actitudes juegan contra nosotros, en algunos casos una palabra mal dicha o un tono de voz puede dar una falsa imagen de cómo somos. Por ejemplo si nuestro entrevistador se equivoca debemos ser cuidadosos en cómo reaccionamos. Por un lado, puede ser un error real y parecerá que se ha equivocado en algo, por otro quizá lo haga con el propósito de que corrijamos el error.
También debemos recordar que no lo sabemos todo y puede ser que tenga información que nosotros no. En todo caso NO LO CONFRONTEMOS. En lo personal, prefiero hacer una pregunta sobre la supuesta equivocación, eso le dará el espacio para corregirse si es necesario. A modo de ejemplo, un entrevistador me dijo en medio de las preguntas que las funciones recursivas consumen menos memoria. En lugar de quedarme callado con lo que admitía que así era o de antagonizar con él, le pregunté sobre dicho consumo de memoria, indicando que había entendido lo contrario; me respondió que en efecto, consumen más tal como yo había entendido. En caso de que el entrevistador se equivoque, le habremos dado una salida evitando que se sienta incómodo y en caso de que cuente con más información que nosotros, le agradeceremos por haber aprendido algo más, de ese modo mostraremos que podemos trabajar en equipo sin causar fricciones por algún tema.
Lo más importante que debemos recordar es que la entrevista permite mostrar cuan valiosos somos para un equipo de trabajo más allá de nuestro conocimiento técnico. Dos de mis compañeros actuales, a los cuales entrevisté, no lo hicieron tan bien en el primer momento pero dejaron la sensación de que eran personas valiosas para un equipo. Ambos fueron la primera opción cuando surgieron proyectos más adecuados a su perfil y fueron magníficas adiciones al equipo. El proceso de prepararnos para entrevistas mejora nuestro nivel técnico, mejora nuestra fluidez al comunicarnos y principalmente nos permite conocernos mejor. Creo que es uno de los procesos más útiles en nuestra vida profesional.